El 14 de abril de 1912 , el Titanic chocó con un iceberg y su sueño de convertirse en el mayor barco de pasajeros en atravesar el océano Atlántico quedó bajo el agua. Su hundimiento provocó la muerte de 1500 personas. Ahora su historia busca continuarse en una crónica que se reanuda unos 115 años después.
El Titanic era parte de una tríada soñada, que correspondía a un propósito inicial de convertirse en los flotantes más grandes, rápidos y lujosos del mundo.
Los presidentes de la naviera White Star Line pusieron en marcha este ambicioso proyecto que llevó a construir al segundo de la tríada, el RMS Titanic y se trataba de una nave que mejoraba a su anterior, el Olympic, en el aspecto técnico.
Así se convirtió en un barco excepcional en tamaño para aquella época, ya que tenía 270 metros de longitud por 53 metros de altura y pesaba 46.328 toneladas, además era uno de los barcos más seguros de su época.
Sin embargo, aquellos esfuerzos no fueron suficientes para que el crucero pudiera alcanzar las costas de Nueva York desde Southampton, en Inglaterra. El choque contra un iceberg a mitad de la noche terminó con su ilusión de atravesar el Atlántico. Se hundió en las heladas aguas del océano.
En 2027, el Titanic volverá a navegar entre las aguas del Atlántico
Pero las intenciones del Titanic se reanudarán en el 2027, es decir 115 años después de una tragedia que frustró los planes de sus creadores. Esta será la misión de un magnate australiano que buscará construir una réplica del crucero que con esperanza logrará completar el viaje del crucero original que no pudo concretar.
Clive Palmer, el impulsor de este proyecto, anunció por primera vez sus planes de construir el Titanic II en abril de 2012, durante la celebración del centenario de la catástrofe en el puerto de Southampton. En 2018, Palmer retomó la idea, pero esta se vio nuevamente aplazada a causa de problemas de financiación a los que se sumó la crisis provocada por la pandemia del coronavirus.
Una ambición desde 2012 que podría completarse en tres años
En marzo de 2024, el empresario y propietario de la compañía de cruceros Blue Star Line se volvió a dirigir a los medios en una rueda de prensa organizada en la Ópera de Sydney en la que declaró: “Estamos muy contentos de anunciar que, tras retrasos imprevistos a nivel mundial, hemos vuelto a contactar con socios para dar vida al sueño del Titanic ll. Que comience el viaje".
El nuevo Titanic no solo trazará las mismas rutas y con ilusión buscará completar, si no que además simulará desde su arquitectura, espacios y facilidades hasta sus dinámicas sociales, organización, costumbres e incluso vestimentas de aquellos pasajeros que disfrutaron cuanto pudieron de las comodidades en 1912. El buque contará con comedores de lujo, una piscina, baños turcos, un casino y un salón de baile, entre muchos otros atractivos.
Un portal al pasado: el Titanic replicará más que solo la ruta a New York
Así se tratará de una experiencia más que vívida del viaje de hace un siglo atrás, alojando a los pasajeros entre los mismos pasillos y habitaciones que los primeros pasajeros del anterior crucero recorrieron. De acuerdo a su creador este Titanic II será un símbolo de “lo último en estilo y lujo”. Además se animará, especificando que no se obligará, a los pasajeros a vestirse como en el 1900, para incluso recrear las postales de las vivencias interiores del crucero original.
Este proyecto tendrá un coste aproximado de entre 500 y 1000 millones de dólares, un precio asequible para alguien que gana unos 500 millones de dólares al año en regalías mineras. De hecho, al ser preguntado por la suma económica que supondrá la construcción del Titanic II, Clive Palmer afirmó: “Lo voy a hacer. Es mucho más divertido hacer el Titanic que sentarse en casa y contar dinero”.